viernes, 11 de noviembre de 2011

Se busca psicópata para puesto directivo en prestigiosa multinacional.

Sí amigos, puede que las ofertas de empleo de puestos para altos directivos no estén redactadas así, pero eso no significa que no sea esto lo que se busca.

En una sociedad en la que se sirve a los intereses de las empresas en lugar de servir a los intereses de los ciudadanos, en la que nos inculcan como algo normal, razonable y digno de alabanza el ceder derechos a las empresas a cambio de nada, y en la que los multimillonarios son los que de verdad ostentan el poder manipulando como títeres a los gobernantes, es en esta sociedad y no en otra, en la que encima premiamos a los psicópatas, a los trasnochados dementes, a los que nada les importa pisotear todo lo que se ponga a su alcance con tal de ganar un rédito.

Y es que a estas alturas, a nadie que tenga un par de dedos de frente y sentido crítico, le deberían extrañar las conclusiones del artículo Disordered personalities at work de Belinda Board y Katarina Fritzon, publicado en la revista científica Psychology, Chrime and Law, en el que se estudia el perfil psicológico de 39 altos directivos de empresas británicas punteras, comparándolo con el de pacientes del psiquiátrico Broadmoor Hospital que han cometido crímenes terribles. En diversos indicadores de algunas psicopatologías, los directivos igualan e incluso superan los resultados obtenidos por los pacientes estudiados.

Si estás loco y naces en una familia pobre, acabas en el manicomio. ¿Si estás loco y naces en una familia rica, acabas dirigiendo una multinacional? Las empresas quieren a alguien que sepa afrontar situaciones de riesgo irracionales y que esté dispuesto a sacrificarlo todo para conseguir maximizar (que no aumentar) los beneficios. ¿Estamos premiando las habilidades incorrectas? ¿Todo vale en el mundo de los negocios?

¿Estamos dispuestos a dejar que los locos nos gobiernen y pisoteen? ¿Qué podemos hacer al respecto? ¿Vas a votar a Rajoy o a Rubalcaba? ¿Y eso qué coño importa?

1 comentario:

  1. Para muestra un botón, no tienes más que ver American Psycho. Dementes más grandes han caido y otros tantos de los que no se sabe.

    Debe ser, que el hecho de ser un líder político te exime de tener una mente enferma, o eso es lo que no queremos ver como ciudadanos en ellos. Si saliese a la luz casos pasados de depresiones o transtornos en algún político, otro gallo cantaría.

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