"Una parálisis facial en el lado izquierdo y la pérdida de la visión de ese ojo como secuelas que reivindican la verdad y la dureza, en ocasiones ninguneada, de su profesión."
Una profesión legítima, un arte, cotizando en la seguridad social. Qué más se puede pedir. Ser verdugo y ser recibido con elogios por donde quieras que vayas.
No seré yo el que celebre las miserias de terceros. Sin embargo decir, que si el Karma existe, en este caso ha actuado con justicia.
Sin acritud,
Yo siempre diré lo mismo. Seguro que a mi no me hubiese cogido el toro... y que ya sabía donde se metía y lo que le podía pasar.
ResponderEliminarPero saliendo de eso, la verdad que no me alegro (aunque tampoco me da especial pena).
Algún día que esté inspirado escribiré una entrada sobre maltrato animal...